“PRIMER PILAR DEL HOGAR: EL AMOR”

“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,

Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.”

“Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.” Efesios 5:25,28,32
Después de Dios, el hogar es lo más importante que tenemos. Todos deseamos preservar nuestras familias y durante este mes veremos algunos pilares que la sostienen.

Desde el huerto del Edén, la familia es el centro de la vida y a la vez el centro de los más mortíferos ataques. El diablo siempre busca, para lograr su plan de “hurtar, matar y destruir”, el eslabón más débil de la familia. Para la primera familia, fue Caín, para Noé fue Can, para Abraham fue Ismael, para Isaac fue Esaú, para Jacob, fue Rubén y para David fue Absalón.
¿Qué busca el enemigo de las almas? Destruir el propósito de Dios, derribar los pilares que la sostienen y si no fuera por Su Providencia de nada valdrían nuestros esfuerzos.
El diccionario define pilar como el “elemento estructural resistente con función de soporte. También es la cosa que sostiene o en que se apoya algo.”

 

Pilar viene del latín pila, que significa “columna”, pero cuidado, esta palabra tiene otras acepciones interesantes que también se aplican. De ella sale la palabra “mortero”, o sea una pieza cóncava que sirve para descascarar y machacar granos. (“pilar arroz”) También se guardaba agua en ella, “el agua de la pila”, y se aplica a ciertas baterías que almacenan energía a la cual se les llama pila. Por último, también del latín pila viene el castellano “pelota” o bola.

 

Así que estaremos hablando principalmente de las columnas que sostienen el hogar, pero también de sus “alimentos”, del “agua” que la refresca, de la “energía” maravillosa que guarda y de las “pelotas” que la hacen feliz.
El primer pilar que trataremos en esta jornada del hogar será el amor. ¿Por qué es el primero? Porque es el vínculo perfecto, es aquello que nos mantiene unidos a pesar de los ataques del enemigo. Si el pilar del amor falla, se acaba todo lo demás: “El agua de todos los mares no podría apagar el amor; tampoco los ríos podrían extinguirlo. Si alguien ofreciera todas sus riquezas a cambio del amor, burlas tan solo recibiría.” (Cantares 8:7 DHH)

 

Estudios sobre el comportamiento familiar nos dicen que casi todos los síntomas neuróticos (ansiedad, depresión, adicciones, obsesiones, problemas de personalidad…) son variantes de un mismo problema: carencias de amor. Son el lenguaje de la desesperación. Sus víctimas están gritando al mundo el fracaso integral de su familia porque les ha fallado el pilar del amor.
Veamos cuán importante es el tema de hoy:

 

Miami, 2 de mayo del 2021. Mes de la Familia

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