“TERCER PILAR DEL HOGAR: LA COMUNICACIÓN”

“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?”
Amos 3:3
Efesios 4:29-32

El mar estaba muy picado desde hacía varios días. La visibilidad era casi nula. Por esas embravecidas aguas navegaba un enorme acorazado de guerra y su capitán era un experimentado almirante de la armada. Al oscurecer el capitán recomendó a su tripulación permanecer muy alertas. Y el peligro era tan grande que decidió quedarse toda la noche en el puesto de mando para enfrentar personalmente cualquier emergencia.

 

Al poco rato uno de los marineros de guardia anunció: “¡Atención, una luz está brillando hacia el norte!”
– “¿Se está moviendo o está quieta?” -preguntó el capitán.
– “¡Me parece que se está moviendo!” -respondió el marino.
El capitán le dijo al encargado de la radio: “Avísele a esa embarcación que si sigue en esa dirección está en grave riesgo de estrellarse contra nosotros. Aconséjele que vire 20 grados hacia el este.”
Como no hubo respuesta y la luz seguía acercándose el capitán decidió encargarse personalmente de la situación y tomando el micrófono dijo: “¡Atención, atención, les habla el capitán del acorazado insignia de la armada, les advertimos una vez más, cambie de curso o nos estrellaremos contra ustedes. Cambien el rumbo ahora!”

Entonces una voz tranquila y segura le respondió: – “Aquí habla el marinero Pérez. Acorazado, le sugiero que cambie usted su rumbo 20 grados hacia el este.”
Al escuchar esto el capitán muy irritado y diciendo una mala palabra dijo: – “Por última vez marinero. Este es un barco de guerra, vire inmediatamente 20 grados hacia el este.”
Y la respuesta que recibió fue: – “Y yo soy el encargado del faro y es usted el que debe cambiar de curso, si no lo hace tendrá un accidente fatal, se estrellará contra las rocas de la costa y de seguro se hundirá con todos sus cañones, cohetes y hombres!”

A veces, sin establecer la debida comunicación y sin conocer los hechos reales, queremos que los demás cambien y hasta los amenazamos y gritamos. Escucha lo que los demás tengan que decir, corrige si es necesario tu rumbo y evita por todos los medios llegar al punto de estrellarte por nada. Una correcta comunicación te libra de muchos males.
A veces, como el barco de la historia, atravesamos “mares enfurecidos, carecemos de la visibilidad necesaria para tomar decisiones sabias y para colmo la comunicación es defectuosa.”
No importa cuanta experiencia tengamos, lo imponente que sea nuestro “acorazado” y lo bien entrenado que estemos, recuerda, si no comunicas bien, las filosas “rocas” de la costa siempre serán más fuertes que tú. ¡Lo que hace falta es Comunicación! Veamos:

 

Miami, 23 de mayo 2021. Mes del Hogar

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